La crisis climática exige una reestructuración fundamental del marco energético existente, un cambio transformador que debe considerar la dependencia global de los recursos e infraestructuras energéticas actuales. Para alcanzar el potencial completo de la innovación en energía limpia, es esencial la cooperación internacional y la acción colectiva. Al trabajar juntos, las naciones pueden acelerar la transición hacia un futuro energético sostenible.
El camino hacia la neutralidad de carbono no es lineal. Está caracterizado por interrupciones y moldeado por el paisaje cambiante del cambio climático, la dinámica geopolítica y los desafíos en las cadenas de suministro. Sin embargo, dentro de esta complejidad, la tecnología surge como un salvador y un facilitador crítico en la gestión de recursos. A través de la innovación, la tecnología tiene el potencial de acelerar los procesos de descarbonización y transición energética, impulsándonos hacia un futuro sostenible.
El sistema internacional enfrenta una tarea histórica. Abordar la crisis climática requiere una transformación profunda del marco energético existente, un cambio innovador que debe considerar la dependencia global de los recursos energéticos actuales, junto con las circunstancias únicas y obligaciones de las naciones desarrolladas y en desarrollo. Ya sea reduciendo emisiones de carbono en industrias clave o aumentando las inversiones en tecnologías de energía limpia, lograr esta transformación económica y social a nivel mundial requiere un compromiso concertado.
Soluciones Accionables
En este contexto, muchos países miran hacia el campo emergente de la innovación en energía limpia y baja en carbono para implementar soluciones prácticas. Según el informe "Energy Technology Perspectives" de la Agencia Internacional de Energía (IEA), la innovación es clave para el escenario de desarrollo sostenible. Se estima que el 35% de las reducciones de CO2 para 2070 dependerán de tecnologías en etapas tempranas que necesitan más investigación y desarrollo, mientras que otro 40% dependerá de tecnologías aún no desplegadas.
En los Estados Unidos, la Ley de Reducción de la Inflación ha impulsado inversiones a gran escala en la economía de energía baja en carbono, permitiendo un crecimiento del 225% en las inversiones en tecnología limpia, alcanzando los $303 mil millones desde su implementación. Como resultado, se han logrado avances significativos. Según BloombergNEF (BNEF), la financiación global de energía limpia aumentó un 17% en 2023, alcanzando $1.8 billones. Además, la inversión en la cadena de suministro de energía limpia llegó a $135 mil millones, mientras que el sector de transporte electrificado experimentó un incremento de más del 8% en financiación interanual.
El increíble potencial de estas tecnologías radica en su capacidad para acelerar el desarrollo y la escalabilidad de nuevos recursos energéticos, como el hidrógeno. Iniciativas como "H2@Scale" del Departamento de Energía de EE. UU. buscan utilizar el hidrógeno para descarbonizar diversas industrias y fortalecer los sistemas energéticos del futuro. Este proyecto cuenta con $64 millones en financiación distribuidos en 18 proyectos, enfocados en mejorar la producción, almacenamiento, distribución y utilización del hidrógeno. Colaboraciones globales, como la fábrica de gigavatios de Siemens y Air Liquide en Berlín, que utiliza tecnologías autónomas y robóticas, demuestran un camino prometedor hacia la adopción generalizada y la eficiencia en costos.
Mejorando los Recursos Existentes
Además de permitir la expansión y escalabilidad de nuevos recursos prometedores, la innovación tecnológica también puede mejorar la sostenibilidad de los recursos energéticos existentes. El gas natural y el gas natural licuado (GNL), por ejemplo, se han convertido en componentes críticos de nuestra mezcla energética moderna durante las últimas dos décadas, ofreciendo una alternativa más limpia y eficiente a los combustibles fósiles pesados. Según la IEA, el cambio de carbón a gas ha ahorrado alrededor de 500 millones de toneladas de CO2 desde 2010, un efecto equivalente a poner 200 millones de vehículos eléctricos adicionales funcionando con electricidad sin emisiones en las carreteras durante el mismo período.
Dada su importancia tanto para el Norte Global como para el Sur Global, la aplicación de nuevas tecnologías para mejorar la sostenibilidad y eficiencia del gas natural y el GNL se ha convertido en una prioridad para los sectores público y privado. Existen numerosos desarrollos significativos en este ámbito, con un creciente número de actividades y colaboraciones en captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS) en regiones como Oriente Medio, Australasia y América del Norte. Iniciativas innovadoras como el centro de CCS en Jubail de Aramco, el proyecto Bonaparte de captura de carbono de Impex y el Proyecto Bison en EE. UU. están demostrando activamente la viabilidad de usar soluciones de captura de carbono novedosas para mitigar las emisiones del petróleo y el gas.
Haciendo de la Innovación Climática una Misión Global
Si bien algunos países lideran la carrera para desarrollar y escalar estas soluciones de vanguardia, la transición a una economía baja en carbono no es responsabilidad exclusiva de las naciones individuales. Requiere acción colectiva y colaboración a escala global. Iniciativas como "Mission Innovation", una asociación global de países comprometidos a acelerar la innovación en energía limpia, proporcionan una plataforma para compartir conocimientos, recursos y mejores prácticas que promuevan el desarrollo y la implementación de tecnologías limpias.
Reconociendo esta realidad, líderes políticos globales y empresariales están aprovechando todas las oportunidades para contribuir a la expansión de tecnologías bajas en carbono. Un ejemplo destacado es Gastech 2024, que se llevará a cabo este año en Houston, la capital energética de los Estados Unidos. Este foro ofrece una oportunidad sin precedentes para que la comunidad internacional se alinee en las principales prioridades del sector de gas natural y GNL, incluida la necesidad de innovación continua e inversión, y para formar nuevas asociaciones que redefinan los esfuerzos de descarbonización de la industria.
La búsqueda de tecnologías limpias e innovadoras es esencial para abordar la crisis climática y lograr objetivos de sostenibilidad. Invertir en investigación, desarrollo e implementación de soluciones bajas en carbono no solo impulsa el crecimiento económico y mejora la seguridad energética, sino que también mitiga los impactos del cambio climático y asegura un futuro más resiliente y equitativo para las próximas generaciones.
Traducido y adaptado al español: weforum.org